de Mel Robbins, las “tres reglas de oro” para entrenar la voz interna para que juegue a nuestro favor.
El pensamiento positivo es útil para el manejo del estrés e incluso puede mejorar tu salud. Practica superar el diáemblem interno negativo con los ejemplos que te ofrecemos.
Entre los sesgos cognitivos que influyen en nuestra forma de interpretar la realidad y, por lo tanto, pueden provocar un diálogo interno negativo están:
La relación entre nuestros pensamientos y nuestras emociones es fuerte y estrecha: si tenemos pensamientos negativos, sentiremos emociones negativas. Teniendo en cuenta que nuestras emociones impulsan nuestro comportamiento, los pensamientos exagerados o desproporcionados sobre una situación negativa desencadenarán reacciones emocionales intensas que darán lugar a comportamientos inadecuados y desadaptativos.
Los sesgos cognitivos son errores en el procesamiento de la información que producen percepciones alteradas de la realidad. Existen trabajos, como los de Platt et al.
Esto te trae de vuelta al momento presente donde puedes tener más mando y control sobre la elección de tus pensamientos.
Puede sacarte de tu propia cabeza y devolverte al mundo. Para mí, ha sido como un salvavidas cuando me he sentido muy deprimida. Y me siento peor cuando me siento menos útil, por lo que enviarle a alguien un cumplido de la nada se siente como aferrarse al peldaño más bajo de la escalera de servicios públicos".
Establecer límites claros con nuestro crítico interno también es fundamental. En lugar de permitir que nos abrume con sus críticas constantes, podemos contrarrestarlo con website afirmaciones positivas y recordatorios de nuestras fortalezas y logros.
De hecho, algunos estudios muestran que los rasgos de personalidad como el optimismo y el pesimismo pueden afectar muchas áreas de tu salud y de tu bienestar. El pensamiento positivo que suele ir aparejado con el optimismo es una parte clave del manejo del estrés de manera eficaz.
Piensa en posibilidades a ese pensamiento que se ajusten más a la realidad y no te provoquen tanto malestar emocional.
Apunta también tus sentimientos y los comportamientos asociados con ellos. Este es el primer paso, puesto que así detectaremos tanto el origen como consecuencias comportamentales de nuestro diálogo interno negativo.
Lo que nos decimos y repetimos en nuestra mente puede condicionar nuestra forma de ver el mundo y relacionarnos con él.
A Mahatma Gandhi se le atribuye un sabio proverbio, que nos viene perfecto para explicar el tema de hoy:
«Siempre arruino todo» o «Nunca hago nada bien», son excelentes ejemplos del uso de pensamiento absolutista o dicotómico. Estos pensamientos son ejemplos perfectos de diábrand interno negativo.